De manera general, existen dos variedades anatómicas de glaucoma, tomando en cuenta lasv características de la cámara anterior:

 

  1. Glaucoma de ángulo abierto: En donde la cámara anterior y las estructuras adyacentes presentan desde el punto de vista anatómico una ubicación normal, siendo la malla trabecular insuficiente desde el punto de vista funcional para facilitar la salida del humor acuoso.

Glaucoma de tensión normal: Es un tipo de glaucoma de ángulo abierto en el cual los pacientes presentan presiones intraoculares dentro de lo normal pero tienen cambios glaucomatosos tanto en el nervio óptico como en el campo visual.

  1. Glaucoma de ángulo estrecho: En donde la cámara anterior es más pequeña de lo normal, limitando el paso del humor acuoso hacia su vía de drenaje (malla trabecular). El Glaucoma congénito-infantil se produce por el desarrollo incorrecto de la vía de drenaje del humor acuoso antes delbnacimiento.

El Glaucoma por traumatismo se produce secundario a traumatismos oculares directos o indirectos, abiertos o cerrados, que conllevan a una alteración de la salida del humor acuoso.

Glaucoma agudo por cierre angular: Es un evento repentino en el cual aumenta velozmente la presión intraocular, produciendo daño en el nervio óptico y la visión de manera rápida e importante. La cámara anterior se estrecha o se bloquea de modo que no puede salir el líquido del ojo.

Produce síntomas característicos como lo son:

  • Dolor ocular intenso que puede provocar nauseas y vómitos.
  • Visión borrosa.
  • Ojo rojo.
  • Visión en halos o anillos de colores.

Estos síntomas juntos, constituyen una emergencia por la que se debe consultar de forma inmediata un especialista en oftalmología.

¿Cómo se diagnostica?

Esta enfermedad frecuentemente no produce ningún tipo de síntomas, salvo en etapas avanzadas en donde la visión comienza a aparecer como si viéramos a través de un túnel, por esto es denominado como el ladrón silencioso de la visión.

La única forma de poder diagnosticarlo es visitando al médico especialista en oftalmología, quien a través de una evaluación exhaustiva de su visión y su ojo y a través de exámenes complementarios determinara el diagnostico.

El examen oftalmológico consiste en:

  • Medición de la visión.
  • Examen con un equipo especial (lámpara de hendidura) con el cual el oftalmólogo puede observar con detalle las estructuras del ojo.
  • Gonioscopía: Permite visualizar las características del ángulo camerular empleando un lente que contacta la superficie de la córnea.
  • Tonometría: Mide la presión intraocular a través de un aparato especial llamado tonómetro.
  • Oftalmoscopia: Evaluación o visualización directa por parte del Médico Oftalmólogo del Nervio Óptico, determinando si existen cambios en el CABLE que sugieran la enfermedad.

Existen además exámenes paraclínicos altamente tecnificados que nos ayudan a conocer la normalidad o no del Nervio Óptico entre los que tenemos:

  • Paquimetria: prueba que mide el grosor corneal.
  • Campimetria o campo visual computarizado: Es una prueba funcional que ayuda a determinar la perdida periférica de la visión como consecuencia del glaucoma.
  • Escaneo laser confocal (ejemplo: HRT3).
  • Polarimetria laser (ejemplo: GDX).
  • Tomografía óptica coherente del nervio óptico (OCT de nervio óptico).
  • Fotografías a color del nervio óptico.

Es importante mencionar que estas pruebas no sustituyen la evaluación del médico oftalmólogo, complementan el diagnóstico y son útiles para realizar el seguimiento de la enfermedad a través de los años.

¿Qué tratamientos se deben utilizar?

El médico especialista en oftalmología determinará una vez realizada la evaluación, cuál es el tratamiento adecuado para usted. El tratamiento siempre consiste en disminuir la presión intraocular, bien sea a través de gotas o de cirugías, sin embargo, la primera línea de tratamiento la constituyen las gotas hipotensoras, si esta fase no cumple los objetivos entonces puede ser necesario la cirugía para Glaucoma. Además, existen procedimientos LASER que ayudan a mejorar la salida del líquido del ojo disminuyendo así la presión intraocular. Cualquiera sea el tratamiento o protocolo de tratamiento a seguir, debe ser guiado por su Médico especialista para así no correr riesgos de perder visión.

¿Qué es sospecha de glaucoma?

Son pacientes en donde durante la evaluación oftalmológica se encuentran características del nervio óptico (cable del ojo) que pueden parecer daño por glaucoma pero que no es perfectamente claro. Además, pueden presentar factores de riesgos como aumento de la presión intraocular sin cambios en el nervio. Es decir, cualquier características o factor de riesgo que parezca daño en el Nervio óptico se convierte en un paciente con sospecha de Glaucoma.

En estos casos NO EXISTE ENFERMEDAD COMPROBADA, por lo que se deben realizar pruebas clínicas y exámenes especiales de imagen, i como seguimientos periódicos en la consulta y observar si existen cambios a través del tiempo. La mejor forma de asegurar que no exista la enfermedad es la visita al oftalmólogo cuando se le indique, solo un diagnóstico a tiempo puede asegurar la prevención de ceguera.

¿Qué son ángulos estrechos?

 Existen personas que presentan ángulos camerulares estrechos, es decir, una condición en donde el desagüe del ojo es estrecho, en donde el líquido del ojo sale de él de manera deficiente, estos no necesariamente tienen glaucoma, pero tienen una predisposición en

la anatomía de su ojo que los hace propensos a desarrollarlo.

En estos casos es recomendable evitar este riesgo a través de un procedimiento láser, sencillo pero muy útil, denominado Iridotomía con Yag Laser, en donde se realiza un agujero en el desagüe para evitar se tapone de manera abrupta. Es un procedimiento ambulatorio que no requiere la dilatación de la pupila, por lo que los pacientes pueden realizar sus actividades cotidianas sin ningún impedimento después de haberse realizado.

Es importante tener presente que no todos los pacientes requieren el mismo tratamiento.

El médico oftalmólogo especialista en glaucoma se encargará de orientarlo y controlar la presión de su ojo de acuerdo a su caso en particular.

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